miércoles, 17 de febrero de 2010

PUBLICIDAD EN LA RED


10 razones para aborrecer la publicidad

La publicidad crea falsas esperanzas.
Muchos pequeños webmasters, autores de weblogs o propietarios de pequeñas páginas piensan que poniendo publicidad en su web ganarán algo de dinero como para vivir mucho mejor, resolver sus problemas o mantener su negocio. Pero en realidad sólo una extremadamente pequeña minoría de empresas y profesionales gana realmente dinero con la publicidad en Internet. Y normalmente son los intermediarios. De modo que la inmensa mayoría, con sitios web pequeños y medianos, reciben migajas en publicidad. Pero para justificarse intentan hacer ver a los demás lo bien que les va, al más puro estilo del márketing multi-nivel. Exactamente igual que cuando la gente se juega el dinero en el casino o en la bolsa: aunque no tengan ni idea de lo que hacen, necesitan justificarse ante los demás y se explayan en explicaciones... los días que «ganan algo», no el resto. En realidad toda esta gente convierte a veces un hobby casi en un trabajo. Y a lo mejor hasta se sacrifica un poco para nada, basándose en falsas esperanzas. Al final, no disfrutan de su experiencia en Internet. Y no hacen disfrutar a los demás. Y todo por un puñado de dólares.

Un porcentaje enorme de la publicidad está diseñada para engañar.
Especialmente a los niños y a las personas más débiles. En televisión sólo pueden mentir diciendo que lo que anuncian es mejor, más barato, más nuevo, más sabroso o que lava más blanco. Nunca te dirán, por ejemplo, que vas a morir. Pero Internet es el caldo de cultivo ideal para la publicidad realmente engañosa, porque es menos controlable que otros medios. Muchos anuncios de recargas de móviles, logos, tonos y juegos llevan a trampas en números 806 de tarificación adicional, de cuestionable legalidad. Otros anuncian servicios P2P (como eMule, eDonkey) que de por sí son gratuitos. La publicidad de contenidos sexuales para adultos emplea el mismo sistema y esconde fraudes aprovechando que poca gente reclamará. De hecho, Internet está llena de porno, pero casi todo es publicidad porno - no hay apenas contenidos porno gratuitos. Los anuncios de casinos y sitios de apuestas buscan el oscuro lado ludópata de las personas más débiles, con menos autodefensas o fuerza de voluntad. Pasan por alto la legislación que prohibe esos anuncios en el Mundo Real™ o incluso la propia existencia de esos negocios en ciertas ciudades o países. Los abogados les asesoran bien. Estoy seguro de que si pudieran inventar que la gente fumara o bebiera alcohol conectándose a través del puerto USB, lo harían.

La publicidad contamina la Red, en especial los buscadores.
La utilización de publicidad en forma de enlaces de texto, por ejemplo, es engañosa y contaminante. Pretende estar dirigida a las personas que leen las páginas aunque en realidad sólo sirve para la lean los robots de los buscadores, como Google. Pretenden «chupar» y «transmitir confianza» (en forma de PageRank) de sitios importantes, aprovechándose de la reputación de esos sitios en que ponen la publicidad. Algo que de otro modo nunca conseguirían. Y todo esto, sólo para aparecer más arriba, mejor «posicionados» cuando la gente busca ciertas palabras en Google o Yahoo. Al existir este formato de publicidad, del cual son culpables tanto los anunciantes como quienes admiten esos anuncios, el orden natural de los resultados de búsqueda queda contaminado. Puede aparecer más arriba quien más dinero tenga, no quien más relevancia tenga. Quedan contaminados los servicios principales, más importantes y más usados de la Red: los buscadores. Cuando una persona va a un buscador da por supuesto que los primeros resultados naturales serán los mejores, no los que más dinero haya gastado en una campaña de publicidad. Los marketoides creen lo contrario.

Mucha publicidad no está identificada: es engañosa y deshonesta.
Como si fuera motivo de vergüenza, muchos sitios web y muchos anunciantes se niegan a marcar la publicidad con un claro letrero que diga «PUBLICIDAD». A pesar de que la ley obliga a ello en muchos países. Muchos sitios simplemente no ponen nada. Otros utilizan eufemismos como «Recomendamos», «Sitios Seleccionados», «Pub», «Top 123», «Selección», «Agradecimientos a» y similares. Algunos sitios publican contenidos procedentes de contratos publicitarios, patrocinios o esposorizaciones, pero sin indicar que cobran por ello. Algunos bloggers también lo hacen, incluso hay blogs enteros que son publicidad. Esto hace que no se pueda confiar en la honestidad de muchos sitios web, ni en los contenidos que publican. Hay que hacer un esfuerzo extra para distinguir los honrado de los «comprado». Además, la publicidad ni siquiera garantiza la independencia de muchos sitios web, ni de muchos medios de comunicación, argumento que suele usarse para defenderla. Todos tienen sus sesgos políticos, comerciales y empresariales, fruto de un montón de intereses ocultos y cruzados difíciles de entender para la gente corriente. Gente que sólo quería leer algo de información imparcial y honesta.

1 comentario:

Noelia Gómez dijo...

En "Publicidad en la red" el autor nos muestra 10 razones para aborrecer la publicidad y que son un resumen de ciertas características que muchas empresas incluyen a la hora de hacer una campaña publicitaria. Estas 10 razones que nos da el autor para "odiar" la publicidad en internet son:
1.-Ya hay demasiada publicidad en el Mundo Real™: en este apartado el autor nos comenta que internet debería ser utilizado como ocio o por trabajo, pero en ningún momento se debe obligar al usuario a consumir publicidad "obligado" ya que bastantes impulsos recibe mediante las nuevas tecnologias (llamadas, sms, etc), en buzones, o en la calle para que también lo agobien en la red.
2.-Los anunciantes intentan «matar moscas a cañonazos»: En este apartado el autor nos comenta que hay demasiada publicidad y que pasado un tiempo el usuario apenas le hace caso, dando igual el tipo de producto o si es de marca o no, cabe destacar tambien que si los empresarios emplearan más dinero en mejorar los productos en lugar de saturar al consumidor con publicidad, probablemente sus ventas se incrementarían.
3.-La publicidad en la Red es unidireccional: La mayoría de sitos web de las empresas estan dedicados a un único objetivo y es que el usuario compre, apenas hay sitos web en los que la empresa quiera saber la opinión acerca del producto.
4.-La publicidad crea falsas esperanzas: Ultimamente se nos vende el mito de que una persona puede enriquecerse a base poner publicidad en su pagina web, cosa que es totamente falsa y depende de la popularidad de la página y del tipo de publicidad(como por ejemplo, la publicidad relacionada con la pornografía, pese a ser abundante en internet, apenas produce beneficios para los propietarios de la paginas web en las que se anuncia, en ocasiones suele dar más problemas que beneficios)
5.-Un porcentaje enorme de la publicidad está diseñada para engañar: La mayoría de la publicidad que vemos en la tele nos exige llamar a un numero 800 o nos prometen cosas que no cumplen (todo eso se suele reflejar en la letra pequeña que raras veces leemos)
6.-La publicidad contamina la Red, en especial los buscadores: Muchas veces, sobre todo en los buscadores, aparecen las empresas que más pagan por aparecer ahi y no las empresas que más nos interesan.
7.-Mucha publicidad no está identificada: es engañosa y deshonesta: muchas veces las páginas web nos engañan con los llamados "top 3" o "paginas web recomendadas" para enseñarnos publicidad de otras empresas sin indicar que cobran a cambio de ello.
8.-Todos los formatos de «spam» son publicidad: Ciertas empresas prefieren enviar muchísima publicidad, que posteriormente rentabilizarán con que una sola persona compre el producto
9.-La publicidad no respeta las reglas no escritas de la Web ni de Internet: Los llamados "pop-up" hacen que en una pagina web se abran contenidos que el usuario no ha solicitado.
10.- La publicidad en Internet es estúpida: Nos llega cualquier tipo de publicidad sin atender a si nos interesan o si están adecuados a nuestro perfil.

A modo de conclusión acabaré diciendo que el artículo me parece interesante, pero que reivindica ciertas cosas que actualmente son imposibles de controlar, dado que son millones de empresas las que cometen estas faltas.